Simplemente... amor

Muchas veces había escuchado hablar de amor, muchas veces leí de él, muchas veces pregunté sobre él esperando una respuesta que me dejara convencida, muchas veces lo sentí, pero me era demasiado difícil explicarlo, incluso demostrarlo...

Y ahora se me hace tan fácil...

Eso de sentir mariposas en la guata cada vez que lo miro, el no dejar de tenerlo en mi mente todo el tiempo, el reír a pesar de estar triste, el extrañarlo cuando aún no nos hemos despedido, el mirar y admirar cada detalle de su rostro, el sentir ternura cada vez que sonríe, la complicidad que existe en una mirada, el disfrutar de cosas tan simples como el silencio de un paisaje lejos de todo, el querer compartir la vida con él, compartir con los suyos, compartir sus alegrías y también sus penas, el sentir que me necesita cuando siente penita, el encontrarlo tan simpático, el decirnos todo sin decir nada, el saber que está pensando, el querer sentir su aroma todo el tiempo, el sentir que su boca y su cuerpo eran para mí, el sentir que se me infla el pecho al escucharlo cantar, el emocionarme con cada palabra suya, el no poder encontrar otra palabra para decir "te amo", el decirnos todo con un beso, el mirarnos a los ojos infinitamente, el necesitar refugiarme sólo en sus brazos cuando no estoy bien, el no tener que hacer nada para que me ame (sólo ser yo), el sentirme eternamente agradecida de que no se averguence de mí, el escuchar todo el tiempo que soy hermosa (ups), el ser los mejores amigos, el querer enfrentar al mundo con nuestro amor, el sentir que aquí estuvo la mano de Dios, el sentirme acogida por su gente y ver la alegría en su carita, el seguir descubriendo tantas cosas que tenemos en común, el hablar de él todo el tiempo, el creer que si la mitad de la gente fuera como él el mundo sería tan distinto...

Sólo confío en que algún día mis hijas amen y sean amadas como yo y puedan entender lo que tal vez no puedan ahora.