miércoles, 27 de febrero de 2008


"Dicen que la mujer es sexo frágil, que mentira más absurda", así reza una canción de Roberto Carlos y al contemplar a mi madre estoy absolutamente de acuerdo con eso. Que mujer tan fuerte! Siempre brindando una sonrisa a pesar de tener lágrimas en su corazón. Jamás se enferma, jamás está cansada. Dispuesta a todo y a todos...

Cuando eramos niños fue muy estricta con nosotros, no nos permitía flaquear, teníamos que ser mejores cada día. Sobre todo en el colegio...uffff!... llegué a esconder algunas pruebas, ja, ja, que tonta, si tarde o temprano igual se iba a enterar y era peor, porque después me castigaba por la nota y por el engaño... lógico. Todavía recuerdo que su castigo para mí era el no pescarme, no me hablaba y eso era terrible, me mataba, sentía un dolor en mi pecho y lloraba mucho. Los que me conocen, saben que eso es mi punto débil, el no "verme" y ella me conoce demasiado, obvio, ella me parió.

Me parece increíble el verla tan suave, tan pequeña y saber que es ella quien nos sostiene a todos nosotros. Sin ella la vida no sería igual, no sería llevadera, simplemente no sería posible...

Ella está en cada recuerdo de mi infancia, en cada presentación del colegio, en cada reunión, en las risas, estaba en la cocina después de un día lluvioso preparando algo rico para la once, estaba a mi lado enseñándome algo que no entendía, estaba jugando conmigo a las muñecas y a la pelota con mi hermano, estaba al despertar y al dormir, era el anlagésico, el calor, el refugio, la alegría, la protección... y aún lo es... Alegrándose con cada logro nuestro, sintiéndose orgullosa de que la hayamos hecho abuela, llorando con nosotros, pero no dejándonos caer.

Muy estricta, les gustan las cosas de frente, las cosas claras, odia las mentiras, jamás dirá lo que no le gusta, pero basta mirar su rostro para darse cuenta que algo le molestó, siempre dispuesta a ayudar, a dejarse de lado por los que quiere, dueña de una sonrisa que regala a quien la quiera recibir (y a los que no, tambien), su risa contagia y llena de regicijo mi alma, su corazón desborda un amor incondicional por cada una de sus nietas.

Con la edad que tengo aún no me atrevo a fumar delante de ella, lo pueden creer?... pero sí me atreví a hablarle de mujer a mujer, a confiarle lo que estaba sintiendo y lo que había vivido. Me arriesgué a que no me apoyara, y estaba en todo su derecho... pero recibí un abrazo, un beso y unas palabras "siempre estaré contigo, pase lo que pase... tienes todo mi apoyo, juntas saldremos de esta..." Eso era lo que necesitaba, su apoyo o tal vez nisiquiera eso, sólo quería que ella supiera lo que estaba pasando conmigo, y que entendiera el porque de mi decición. Que descanso, que alivio, que calma sentí. Quedé con más ganas de luchar, me confirmó que podía darme una oportunidad y que si ella, siendo como es me da su consentimiento, hay que dar la pelea, si ella está a mi lado y me ofrece su mano, todo es más facil, como cuando era niña. Sé y entiendo que no es como ella hubiera querido que fuera mi vida, pero sé tambien que como madre, quiere verme feliz.

Tengo plena confianza en que ella será muy importante a la hora de hablar con mis hijas, con esa sabiduría de abuela podrá ayudarme a que mis princesas algún día me entiendan.

Ahora que yo soy mamá, la admiro mil veces más y puedo asegurar que no existe otra mujer como ella.

Dios me bendijo con muchas cosas y una de ellas es mi madre.

Gracias madre querida, gracias por ser de mí una mujer con valores, gracias por mi infancia tan feliz, gracias por no soltar mi mano, gracias por tus abrazos y tus besos, gracias por entenderme, gracias por ser mi amiga... gracias por ser tú.

Te amo eternamente...

2 comentarios:

gotitas de amor dijo...

Que lindo...me dio penita

gotitas de amor dijo...

Amiga del alma:

Feliz dia de la mujer!!

Se le quiere re mucho a usted y su maire por estos lares!!!