domingo, 22 de junio de 2008

La vida nos da sorpresas...


Que gratas sorpresas me ha dado la vida con esto de la tecnología. Primero, me encontré con el hombre que esperaba por mí, para acompañarme, quererme y sostenerme en este largo camino... y ahora me reencuentro, después de casi 18 años, con mis amigos, mis buenos amigos de aquellos tiempos de felicidad, aquellos que fueron parte importante de mi historia.

Qué hermosos años!, años sin grandes responsabilidades, sin grandes preocupaciones, en donde todo era sonrisas, vivíamos el día a día disfrutando de cada detalle. Años en los que disfrutábamos escuchando nuestros cassetes favoritos, veíamos extra jóvenes, tomábamos free, compartíamos los clásicos chicles dos en uno, las más románticas suspirábamos con Candy y Anthony. Y para las fiestas nos producíamos con nuestras chasquillas escarmenadas y los chicos con sus pantalones amasados...ja, ja, ja...

Para mí todo era importante. Recuerdo que me bombeaba el coazón si aquel chico me miraba... una mirada, sólo era feliz con eso.

Que alivio cuando el profe Muñoz me retiraba de la sala justo cuando comenzaba la clase del "celulón"... ja, ja, ja... tenía algunas ventajas ser la regalona del profe...

Como olvidar los recreos con las riquísimas marraquetas con tomate y mayonesa o los berlines que me regalaban los Toños (Zuñiga y Vera, grandes amigos). Las reuniones de la banda o de misioneros, en donde sólo ibamos a ver a aquella persona y a cruzar pequeñas conversaciones en algún pasillo del Liceo.

Aquel retiro, que bien lo pasé... a pesar de que las tías me escondieron mi maquillaje, mis cremas y mi perfume, buuu!!!... (era un retiro espiritual!). Pero aún así lo pasé increíble. Risas, juegos, reflexión, compañerismo, frío y llantos.

Y el paseo a Viña con la Banda y cuando ganamos el primer lugar y cuando me vestí de novia para representar a mi alianza y mi novio (el Gulliano) me tomó en brazos y nos sacamos la cres... al subir al escenario...ja, ja, ja.

Que hermosos años... y yo, topísima... tenía un fans club por ahí y más de algún corazón roto (modestia aparte), pero típico... justo el chico que me interesaba, no me pescaba ni en bajá...mmm...

Oh, que nostalgia!. Lamentablemente esos años ya no volverán, pero los encontré, o me encontraron y por lo menos tenemos la posibilidad de recordar, reír, reconocer en nuestras miradas a aquellos jóvenes divertidos y decirnos que fuimos importantes...