domingo, 31 de agosto de 2008

18 años después...





El reencuentro, el gran encuentro después de 18 años de no vernos.



Fue increible como iban apareciendo uno a uno en la pantalla de mi computador (bendita tecnología), rostros familiares que siempre estuvieron en alguno de mis sueños, sueños que me remontaban a aquella época en donde todo era risas y alegría... sin preocupaciones...



"Juntémonos!"... y comenzó a apoderarse de mí una ansiedad inexplicable (luego sabría que no fui la única que sentía remolinos en el estómago).



¡Cómo estarán? Más gordos? Se notará el paso de los años en sus rostros? Casados? Hijos? Cómo me verán a mí? Será el mismo cariño de aquel entonces? Seguiremos teniendo cosas en común? Cuántos de nosotros habremos cumplidos nuestros sueños?... Ufff!! cuántas preguntas, cuánta incertidumbre, cuántas ganas de saber de ellos!



El día llegó. No quería ser la primera en llegar, creo que mi colon hubiera sufrido al estar sentada esperando. Pero tampoco quería retrasarme demasiado, no quería perderme ningún minuto de verlos, escucharlos, disfrutarlos.



Un taxi, sin aber siquiera hacia donde iba. En una esquina Marcel y Rodrigo (el Laulié y el Peñita), me esperaban... a mí me esperaban, qué lindos! Abrazos, emoción al mirarnos y reconocernos, desde ese minuto me transporté al pasado.



En el departamento Luis Solis (el Poncho), tal como lo recordaba, flaco co su voz amable y cara de niño travieso... barba, tal vez para querer verse un poco más adulto. Karina y la Pame (la flaca), tan lindas y chispeantes como siempre, esos abrazos lograron dejar salir las lágrimas que tenía retenidas desde hace días. Pamela Vidal ( la púa), a pesar que ella quedó en el camino, ahí estaba, las mismas tallas, espontánea y con la simpatía que siempre la caracterizó.



De a poco fueron llegando. La Chany y la Paula (las hermans Cabezas), sus voces aún en mi "disco duro", iguales, nisiquiera siguieron creciendo...ja,ja,ja. La Marisol, regia! el paso del tiempo le jugó todo a su favor, como no recordarla tan flaca, su pelo cortísimo, frenillos y sus desmayos (sorry amiga, pensábamos que era una excusa para no dar las pruebas, gracias a Dios ya todo está controlado, espero siga así). Mauricio (el Montaner), todo un hombre... y habló!!!, conversó muchísimo, estoy segura que en sólo 5 horas lo escuhé más que en 4 años. Alfredo (el Lucero), más delgado, su figura atlética como siempre, pelo corto, dejando atrás el afro... pero sigue siendo él, el lucero! Julio... uffff, Julio, cuánta energía, sigue siendo el hiperventilado del grupo, pero sin su look a lo "new kids on the block". Freddy Pérez, lo escuché hablar y supe que era él, su voz pastosa inconfundible, uno de mis partner en el liceo, a quien le confiaba mis cosas, esa complicidad un poco más "adulta" y esa noche lo retomamos, como si el tiempo no hubiera pasado (gracias por la confianza). Gerardo, la cagó! está igual!, no tiene canas, ni arrugas, ni un kilo de más, muy guapo, amable, simpatiquísimo y tan perfumado como siempre. Arturo, otro de mis partner, su pelo largo, amarrado, quien lo iba a pensar si en el liceo lo usaba cortísimo y las puntas paradas con gel (ja,ja,ja), barba, anteojos y sus ojos achinados, una ternura ese hombre, sigue siendo el mismo. La Marcela, ufff, que metamorfosis!! qué cambio! de usar el jumper muy abajo de la rodilla, su pelo corto, sin pronunciar palabra alguna, sólo ella y sus cuadernos... pasó a vestirse con ropa ajustada, su pelo largo, liso y una cerveza en la mano, ohhhh!!! (Marce, estás muy linda, gracias por confiar en nosotros). La Benita, con sus 4 meses de embarazo, ahí estaba, en medio del bullicio y del humo, ufff, su carita sonriente, la misma Benita!



Faltaron muchos, algunos por trabajo, otros que aún no se encuentran, pero quiero pensar que este es sólo el comienzo o tal vez la continuación de una historia que quedó en pausa.



Gracias a todos ustedes por ser parte de los mejores años de mi vida, gracias por esos abrazos dados con el alma, gracias por las risas, por compartir un pedacito de sus vidas con nosotros, gracias por permitirme por un ratito volver a ser niña, gracias por tener las ganas de que esto no termine y gracias, muchas gracias por decirme lo bien que me veo... ja, ja, ja.



Los quiero mucho...






Toño, Pk, Catty, Pilu, Peter, Vero, Coloro... me faltaron sus abrazos...






Pau.

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